

Muchas personas nos preguntan en Tendenzias dónde duele más al hacerse un tatuaje. El dolor es una experiencia personal que puede variar dependiendo de la sensibilidad de la persona. Ahora sí es cierto que hay determinadas zonas del cuerpo donde duele más o menos hacerse un tatuaje a nivel general porque en éstas se encuentre un mayor grado de concentración de nervios.
En otro artículo hablamos de cuanto tiempo tardan en estropearse los tatuajes, hoy hablamos del dolor y los tatuajes.
¿En qué zona duele más un tatuaje?
Lo que no se puede decir es que tatuarse no duele nada, no es cierto, según las zonas puede acarrear desde una ligera molestia, a un dolor considerable. Las zonas donde más duele hacerse un tatuaje es donde menos carne hay y está más cerca el hueso como en las rodillas o en los tobillos el empeine, la zona lumbar, y también zonas donde la piel es muy finita como en los párpados, las muñecas, la cara o en la zona genital. Ahí el dolor puede llegar a ser alto, tatuajes no aptos para personas sensibles.
Las mejores zonas para hacerse un tatuaje en cuanto a menor nivel de dolor son donde tenemos más carne recubriendo al hueso, por ejemplo la cara externa del brazo, las nalgas o los muslos.
En la imagen las zonas en rojo son donde duele más las verdes donde menos y las amarillas donde el dolor es medio.
Recuerda: el número 1 es una ligera molestia, de ahí en adelante hasta el 9/10 o el 10/10 que sería un dolor insoportable. Este gráfico es orientativo ya que no todo el mundo tiene la misma sensibilidad al dolor, hay personas que toleran mejor el dolor que otras.
Hombros: ligera molestia (1/10).
Brazo (cara externa): ligera molestia (1/10)
Nalgas: ligera molestia (1/10).
Muslos: ligera molestia (1/10).
La parte lateral de muslos y hombros: ligero dolor (2/10).
Nuca: ligero dolor (2/10).
Lóbulo de la oreja: dolor soportable (3/10).
Omóplatos y alta espalda: dolor soportable (3/10).
Pecho: dolor medio (4/10).
Cuello: dolor medio (4/10)
Manos: dolor intenso (5/10).
Cejas: dolor intenso (5/10).
Pierna (parte frontal): dolor intenso (5/10).
Muslos (cara interna): dolor fuerte (6/10).
Baja espalda (zona lumbar): dolor fuerte (6/10).
Ombligo: dolor fuerte (6/10).
Muñecas: dolor fuerte (6/10).
Caja torácica (costillas): dolor muy fuerte (7/10).
Gemelos: dolor muy fuerte (7/10).
Pies: dolor muy fuerte (7/10).
Rodillas: demasiado dolor (8/10).
Brazo (cara interna): demasiado dolor (8/10).
Ingle: demasiado dolor (8/10).
Rodillas (parte trasera): dolor irritante (9/10).
Genitales: dolor irritante (9/10).
Lengua: dolor irritante (9/10).
Tobillos: dolor irritante (9/10).
Párpados: dolor insoportable (10/10).
El origen del dolor
Siempre hemos pensado que, cuando nos duele el brazo, el dolor proviene desde, y de forma exclusiva, de ese músculo. Si sentimos esa sensación irritante en una zona determinada, de forma automática pensamos que el golpe ha generado, en la parte afectada de nuestro cuerpo, un dolor más o menos fuerte, como si el resto de miembros no intervinieran para nada en el proceso. De hecho, ni siquiera pensamos en eso que sucede cuando el golpe tiene lugar, ¿por qué a unos les duele más que a otros? ¿Es una cuestión de la intensidad del golpe o de la receptividad de ese dolor? Podríamos decir que una combinación de ambas, pero en realidad más tiene que ver la recepción, o mejor dicho, la reacción ante ese dolor.
Sabemos qué reacciona al dolor, nuestro brazo afectado, nosotros; pero, ¿qué reacciona ante el golpe? ¿Quién es el verdadero responsable de ese dolor sentido? Como digo, el dolor no es más que una respuesta a la agresión sufrida (golpe, tatuaje), y el encargado de medir la respuesta y la intensidad del mismo es nuestro omnipresente cerebro. Es él quien, en realidad, genera ese dolor si decide actuar.
El objetivo del dolor es avisar al cuerpo de que está recibiendo algo que no es bueno para él, que debe frenarlo o ponerle remedio. Es una alarma. Pero a veces, el cerebro decide no darle mucha importancia o, incluso, ignorar esa advertencia.
Entonces, ¿de qué depende el cómo nos afecta que un tatuador dibuje sobre una zona u otra de nuestro cuerpo? Tal y como hemos indicado más arriba, existen zonas conocidas como “muy dolorosas”, y es que en éstas existen una gran cantidad de receptores del dolor que enviarán su señal de alarma al cerebro para que active el proceso, pero es él quien decidirá si debe o no hacerlo.
¿Tiene nuestro cerebro personalidad propia? Podría ser, pero básicamente nuestro cerebro actúa sugestionado por las ideas que instalamos en él. Así, un cerebro asustadizo activará el proceso del dolor en lugares como un tatuaje bajo el lóbulo de la oreja, mientras que uno más “tolerante” ignorará el mensaje de la mayoría de los receptores del dolor.
Si lo piensas, cuando asumimos que seremos capaz de soportar un dolor, en realidad lo que hacemos es preparar a nuestro cerebro para que, llegado el momento, cuando esas alarmas salten, él las apague sin activar nada. De ahí vienen las respiraciones cuando algo nos duele. El control del cuerpo es, al fin y al cabo, el control de nuestro cerebro, y somos capaces de convencerlo de que, eso que está captando por medio de los nervios de nuestro pie o la cara interna del muslo, no es tan importante como para hacernos rabiar de dolor.
Consejos útiles si vas a realizarte un tatuaje
Las mujeres son más sensibles al dolor la semana anterior y durante su ciclo menstrual, tenlo en cuenta si vas a realizarte un tatuaje. Sigue las recomendaciones del tatuador una vez te hayas realizado tu tattoo, no expongas esta zona al sol durante al menos 15 días. Luego usa loción pantalla total (+50).
Usa ropa cómoda que comprima o roce la zona del tatuaje, ya que esto puede causarte molestias (por ejemplo según la zona el cinturón, sandalias o zapatos, o el sujetador puede llegar a molestar, busca ropa que te sea lo más cómoda posible).
Attribute 'ids' is necessary
Consejos útiles si vas a realizarte un tatuaje
Las mujeres son más sensibles al dolor la semana anterior y durante su ciclo menstrual, tenlo en cuenta si vas a realizarte un tatuaje. Sigue las recomendaciones del tatuador una vez te hayas realizado tu tattoo, no expongas esta zona al sol durante al menos 15 días. Luego usa loción pantalla total (+50).
Usa ropa cómoda que comprima o roce la zona del tatuaje, ya que esto puede causarte molestias (por ejemplo según la zona el cinturón, sandalias o zapatos, o el sujetador puede llegar a molestar, busca ropa que te sea lo más cómoda posible).
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