Los dinosaurios son famosos por ser inmensos y por tener una variedad increíble, hay tantos que es difícil que alguien los conozca a todos, y algunos son tan extraños para los ojos actuales, que parecen monstruos inventados para la película de terror más loca. Jurassic Park, la película que terminó de catapultarlos a la fama, nos mostró apenas los más conocidos, por eso aquí veremos 5 dinosaurios de lo más extraños, para que sigamos sorprendiéndonos.
Tsintaosaurus
Empecemos con el género Tsintaosaurus, que como verán tiene un cuerno de lo más extraño, razón por la que lo han llamado “dinosaurios unicornio”. Pero asumiré que son todos unos mal pensados, y habrán pensado otra cosa al ver ese cuerno tan extraño. Este género de dinos está representado por una única especie, por ahora, que vivió hace unos 70 millones de años en lo que hoy es la provincia Shandong, en China. Medía unos 10 metros de largo, y llegaba a los 3,6 metros de altura. Tenía una boca repleta de dientes vegetarianos, y contaba con manos de cuatro dedos. Si bien esas manos eran usadas también para caminar, si bien podía quedarse parado sobre sus patas traseras, del mismo modo que lo hacen los canguros, hoy en día. No se sabe realmente para qué servía ese extraño cuerno, pero es muy probable que fuese algún ornamento para conseguir pareja.
Linhenykus
Sigamos con el Linhenykus monodactylus, al que no elegimos por su extraño parecido con un avestruz, sino por esos raros pequeños brazos. Si ya resulta gracioso el enorme Tiranosaurus rex con su cabeza gigante y los pequeños brazos, el pobre Linhenykus sería el blanco de las burlas en su escuela, sin duda. Descubierto en la Mongolia interior, dentro de China, tenía una antigüedad de unos 80 millones de años. Era un terópodo, que es el grupo de dinosaurios de los que descienden las aves. Su nombre científico proviene del lugar en el que fue descubierto, Linhe, y de la palabra griega onyx que significa garra, y el nombre de especie viene de sus extraños bracitos, mono (único en griego), y dactylus es dedo. Era un dinosaurio pequeño, de apenas unos 70 centímetros de largo. Esos bracitos que parecieran tener un único dedo, en realidad tienen tres, pero el segundo es enorme, y los otros son casi inexistentes.
Ouranosaurus
El Ouranosaurus nigeriensis es un dinosaurio que nos hace pensar en el dolor de espalda que tendría, ya que recuerda al pobre jorobado de Notre Dame. Sus pequeños brazos parecen no servir ni para piernas delanteras. Como si fuera poco, tiene cara de pato. En el dibujo que les colocamos arriba le da un aspecto de lo más extraño a este dinosaurio que vivió hace 110 millones de años en lo que hoy es Niger, África. Llegó a tener unos 7 metros de largo. Aquí debajo les dejamos unas fotos para que lo vean al desnudo, es decir, sólo huesos.
Gigantoraptor
Si alguien les dijese que un Gigantoraptor está yendo en su dirección, correrían totalmente aterrorizados, sin duda. Si nos dijesen que la que viene a buscarnos es la gallina más grande del mundo, nos daría un poco de risa, a lo sumo. Pero lo cierto es que el Gigantoraptor erlianensis es un dinosaurio al que los artistas han decidido caracterizarlo de un modo que semeja una gallina gigante asesina, como pueden ver en las imágenes. Lo cierto es que este dinosaurio, que vivió hace 70 millones de años en lo que hoy es el norte de China, medía unos ocho metros de largo, y casi cuatro metros de altura. Seguramente era emplumado, ya que pertenece a una familia de dinosaurios que todos tenían plumas.
Incisivosaurus
El Incisivosaurus gauthieri es más parecido a un avestruz que a una gallina, pero lo que llama poderosamente la atención en este dinosaurio son sus inmensos dientes incisivos, los que le dieron su nombre. Esta especie vivió hace 128 millones de años en lo que hoy es noreste de China. Esos enormes dientes son más parecidos a los de un roedor mamífero que a cualquier reptil o ave. Al parecer le servían para comer plantas, por lo que esas garras que también tiene, no eran de cazador, sino seguramente alguna defensa. No era muy grande, no medía más de un metro de largo, pero su cráneo medía unos 10 centímetros, con un hocico muy largo, ocupaba más de la mitad del cráneo. Y de entre los demás dientes sobresalían dos inmensos y aplanados dientes incisivos, es decir dos paleras gigantes.
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