Extraña criatura marina desconcierta a paleontólogos

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Los memoriosos del cine de terror y ciencia ficción recordarán la película The Blob (1988) o El terror no tiene forma, en la que una inmensa masa gelatinosa devoraba víctima tras víctima. Ahora, científicos de la Universidad de Cincinnati, Estados Unidos, habrían descubierto una criatura de hace 450 millones de años que bien podría ser The Blob.

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Si él tuviera una mente, tú podrías razonar con él. Si tuviera una cara, tú podrías mirarlo a los ojos. Y si él tuviera un cuerpo, tú podrías dispararle… El Terror no tiene forma”, decía uno de los personajes de la película. En la última reunión de la Geological Society of America, David Meyer y colegas presentaron el descubrimiento de una criatura marina enorme que no se sabe todavía qué es, si es un monstruo marino o una planta sumamente extraña.

Fue descubierta en piezas fósiles sueltas de forma elíptica, que juntas formaban una criatura de unos dos metros de largo por tres y medio de ancho. Claramente no se trataba de simples rocas, sino de una forma de vida fosilizada, por la forma, que no es la de una roca común y corriente. Los autores del descubrimiento creen que se podría tratar de una inmensa alga, una alfombra de microbios o algún miembro de la familia de los cnidarios, como la medusa, si descartan a esta última.

David Meyer, uno de los descubridores, dice que al principio pensaron en una alfombra de algas enorme que de alguna forma, en el proceso de fosilización, quedó totalmente deformada en esas extrañas formas. Si bien no se descarta que pudiese ser algún otro tipo de vida como el coral, ya muerto sobrecrecido por alguna esponja, que a su vez luego fue fosilizada.

Pero luego de gran cantidad de estudios los descubridores creen que debería haber sido una colonia de microbios o algún tipo de alga. Junto a este extraño fósil se encontraron pequeños trilobites, uno de los fósiles más famosos, que estaban adheridos a la superficie de la extraña criatura. Esto ayuda a la idea de que podría tratarse de una alfombra de algas, donde los trilobites se escondían de sus depredadores.

A veces el trabajo de los paleontólogos es muy similar al de un detective al estilo Sherlock Holmes, hay que prestar atención a infinidad de detalles, y llevar una gran enciclopedia en el cerebro, o al menos cerca en el ordenador.

Fuente: LiveScience

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