
Desde el punto de vista humano, el infanticidio es uno de los crímenes más atroces que pueden existir, pero en la naturaleza es bastante común ver que los padres maten a sus crías. ¿Por qué padres y madres matan a sus hijos? Se ha documentado en muchas especies animales, incluyendo primates, peces, anfibios, insectos, etc. Se trataría de una forma más de asegurar la supervivencia del más apto, pero no sólo eso, también le aportaría beneficios al infanticida.
En el caso de los leones, por ejemplo, no suele ser un acto de cacería normal, sino violento y no siempre incluye que quien los mata se los vaya a comer. Cuando son los machos, a veces simplemente los muerden detrás del cuello y los sacuden, matándolos instantáneamente. Pero las hembras también pueden llegar a matar a las crías, pero por lo general a las crías de otras hembras.
Según investigaciones científicas realizadas en diferentes animales, el infanticidio y en especial el filicidio, es decir matar los hijos propios, sería una forma de incrementar las oportunidades de producirse, o el acceso a recursos limitados, la prevención del cuidado parental mal dirigido, o incluso un beneficio nutricional directo, si es que se los comen.
Si bien la norma es que los padres tiendan a cuidar a sus crías, en la naturaleza, cuando aparecen nuevos machos en escena, todo puede cambiar. Los machos intrusos, si logran echar al macho dominante del grupo, lo más probable es que las crías engendradas por el anterior líder de manada terminen muertas, si es que son pequeñas. Así suele suceder en muchos mamíferos, no sólo entre los cazadores como los leones. Es una forma de asegurarse de sólo tener que ocuparse de sus propias crías, aparte de que en gran cantidad de especies cuando la madre pierde a sus crías, esta fértil otra vez, mientras que durante el amamantamiento no, que en el caso de los leones puede llegar a durar 18 meses.
Otras veces, como sucede en las ratas, por ejemplo, las madres pueden llegar a comerse a sus propias crías si nacen enfermas, deformes, o incluso si están heridas. Esto sería una estrategia para no derrochar recursos, y abocarse a las crías que sí lograrán llegar a la adultez. Entre las aves suele suceder, también, que tiren del nido a los pollitos débiles.
Entre los seres humanos ha ocurrido mucho, y está documentado tanto en la antigüedad como en la actualidad, que los padres maten a sus hijos. Hay pruebas de que en la prehistoria se mataba a los niños, y en algunos casos se ha probado que incluso se los había canibalizado. En la antigüedad se solía matar a los niños que nacían deformes. Entre los pueblos germanos se abandonaba en el bosque a los niños no queridos, ya fuese por estar débiles, enfermos, o porque presentaban una carga para los padres. También hay muchos casos similares documentados en la Europa medieval. En China la cultura siempre fomentó el feminicidio, es decir el asesinato o abandono de las niñas. En Japón, hasta el siglo 19 se solía matar a los hijos si una familia ya era numerosa.
Si bien hoy es visto como una aberración entre nosotros los humanos, e incluso cuando lo leemos sobre los demás animales, en la naturaleza es una más de las estrategias para sobrevivir, y para proteger incluso a las demás crías de una misma camada.
Vía BBC