Uno de los misterios de la raza humana es cómo es que somos tan variables. Por ejemplo, tenemos a los pigmeos que rondan el metro veinte de altura, y no pasan nunca el metro cincuenta, mientras que a unos cientos de kilómetros parientes suyos llegan al metro ochenta de altura. ¿Por qué los pigmeos son tan pequeños?
La forma de nuestro cuerpo es el resultado de millones de años de evolución, pero a veces pueden ocurrir cambios evolutivos en más cortos plazos. El ser humano no hay dejado de evolucionar, y la selección natural sigue actuando entre nosotros.
La estatura de los pigmeos es una adaptación al medio en el que viven, pero la pregunta es por qué los bantúes, que son sus vecinos y parientes son más altos. A veces no sólo es el medio natural que nos rodea el que ejerce una presión para que nuestro cuerpo se adapte mejor, a veces, como se ha documentado para otros casos, la cultura puede llegar a ser una presión evolutiva.
Los pigmeos son un grupo de poblaciones de cazadores recolectores que habitan en las selvas ecuatorianas de África. Se los puede encontrar a través de toda el África central, la región conocida como el Congo. El más conocido de estos grupos es el de los mbuti que viven en lo que hoy es la República Democrática del Congo.
Un estudio reciente sobre el genoma de los pigmeos evidencian que se habrían separado de sus vecinos hace al menos unos 70 mil años. Es decir, que los cambios evolutivos que los llevaron a ser tan pequeños, ocurrieron alrededor de esa fecha.
Pero se sabe que hace al menos unos cinco mil años empezaron a tener un cierto intercambio genético con sus vecinos los bantúes. Pero estudios antropológicos han evidenciado que si bien suele haber mujeres que tienen hijos de padres bantúes, es más raro todavía que ocurra al revés.
El estudio del genoma de 67 pigmeos y 58 bantúes. El genoma es el conjunto de genes que una persona posee, y los que son los que nos hacen lo que somos.
Los investigadores pudieron ver que la altura de los pigmeos tenía una base genética, ya que los que tenían genes bantúes eran más altos. Un sector del genoma de los pigmeos, la región conocida como cromosoma 3, había sufrido mucha selección natural a lo largo de los últimos milenios, y está asociado con la altura.
Pero la verdadera asociación entre los genes y la altura de los pigmeos parece haber sido un subproducto de otros cambios que los pigmeos sufrieron hace 70 mil años. Estos serían genes distintos para el sistema inmune y para las rutas de las hormonas.
Según concluyen los autores, un mejor sistema inmune les permitiría a los pigmeos luchar contra las infecciones que suelen aparecer en la selva, y una mejora en las hormonas, podría ser para que se reproduzcan a una edad más temprana. La altura sería un derivado de estos cambios, pero no necesariamente una adaptación en sí, ya que como decíamos, hasta la fecha no se ha descubierto por qué podría ser una ventaja ser más pequeños, cuando sus vecinos cercanos son más altos.
Otros estudios apuntaron a que existía una cierta correlación entre la tasa de mortalidad entre lo pigmeos y la altura que tenían de una generación a otra, por lo que se decía que la altura bajaba cuando la tasa de mortalidad aumentaba, por lo que ser más pequeños les daría una chance mayor de supervivencia. Otros creen que la baja estatura provino de una adaptación a un medio bajo en nutrientes.
Otros Pigmeos
Muy lejos de África, en la pequeña isla de Flores, Indonesia, vive un pueblo conocido como los rampasasa, son apenas una villa de una isla pequeña, pero son más diminutos que los pigmeos africanos. Lo interesante es que hasta hace unos 18 mil años, en esa misma isla vivió otra especie humana, los Homo floresiensis, conocidos como los Hobbit de Flores, que eran realmente diminutos, con no más de un metro de altura, y el tamaño de un niño en todos los aspectos.
Pero fueron una especie que se extinguió, sin relación con los actuales pequeños rampasasa. En ambos casos, la razón para un tamaño tan diminuto podría ser lo que se conoce como enanismo insular, que es una adaptación a un medio con escasos recursos. Como no se puede salir de la isla, y no hay forma de conseguir más recursos que los que existen allí, el cuerpo se adapta a requerir menos energías, por ende se hace más pequeño.