El uso de un cuadro sinóptico puede ser la clave para que puedas comprender, memorizar y compartir información de forma más eficaz. Por ello, te vamos a contar en qué consiste, para qué sirve y cómo puedes hacerlo tú mismo sin grandes complicaciones.
Qué es un cuadro sinóptico
Un cuadro sinóptico es una forma de mostrar y organizar las ideas, ciertos temas o textos. En este tipo de cuadros se condensa la información de forma sencilla, a la vez que organiza la relación entre los diferentes temas o subtemas de un cierto texto o tema más amplio.
Por tanto, cuando se habla de un cuadro sinóptico podríamos decir que es un resumen en forma de esquema, lo que resulta ser una imagen llena de conceptos expresados de forma sencilla y muy visual, facilitando la comprensión y la memorización de la misma.
La clave de los cuadros sinópticos es que requiere de una buena comprensión del tema a tratar para que puedas identificar correctamente cuál es la información más relevante de un texto, lo que facilita que puedas crear este esquema de llaves (también es conocido por este nombre) y puedas organizar mejor tus ideas. El hecho de que para realizar un buen cuadro sinóptico tengas que comprender bien qué es lo que quieres resumir no es un inconveniente, si no todo lo contrario, te va a ayudar a tenerlo todo más claro, a expresarlo y comunicarlo mejor, al igual que a memorizarlo si fuera necesario.
Para qué sirve un cuadro sinóptico
Los cuadros sinópticos se utilizan para comunicar y/o para enseñar temas puntuales, una hipótesis, o una teoría, ya que permite mostrar las relaciones entre subtemas, las diferencias y semejanzas. Permiten que gracias a una presentación esquemática de la información se facilite la comprensión y el recuerdo de la información que ya hemos leído antes.
Si tenemos todo esto en cuenta, por supuesto, un cuadro sinóptico funciona a las mil maravillas para aquellos que tengáis que estudiar, ya sea una educación obligatoria como universitaria o una oposición. Los cuadros sinópticos os permitirán condensar mucha información en pocas palabras, siendo clave para los repasos de temario, para enfatizar y profundizar mejor los contenidos, al igual que para tener un guion bien establecido sobre cada tema. Este último punto es fantástico para aquellos que tengáis que enfrentaros a preguntas de desarrollo, donde uno necesita tener un buen índice de qué puntos quiere y debe de tratar.
Por ello, el cuadro sinóptico también va a facilitar que memorices mejor y que puedas recordar con más facilidad incluso ante un examen.
¿Cómo se hace un cuadro sinóptico?
Hay muchas maneras de hacer un cuadro sinóptico, los pasos previos siempre son los mismos pero luego puedes -y debes- personalizar tus propios cuadros sinópticos para que te resulten más fáciles de recordar y te permitan crear una imagen mental en tu cabeza (cuando se trata de esquemas para estudiar).
La forma de presentar un cuadro sinóptico puede ser mediante llaves que van surgiendo de cada tema, con la forma de diagramas, o mediante tablas con columnas y filas. Puedes hacerlo monocromático o escoger colores en función de las categorías o conceptos (fechas, nombres propios, lugares, etc.), al igual que si hablamos de estudios puedes decorarlos o dar rienda suelta a tu creatividad.
Dicho todo esto, para crear un cuadro sinóptico tienes que:
Lo primero, leer toda la información para poder tener una idea general del tema, que nos permitirá no sólo crear el cuadro sinóptico, sino también valernos luego de lo que plasmemos en ese cuadro.
Tras esa primera lectura para saber de qué va el tema, se recomienda hacer una lectura más pausada y comprensiva, que te permita captar bien cuáles son las ideas principales del tema que estamos estudiando, y a medida que las ubiquemos se irán subrayando, también las ideas secundarias (tal vez éstas con otro color).
También habrá que identificar los datos más importantes. Una vez que tenemos esto hecho, se tiene que jerarquizar la información, colocando el tema principal a la izquierda, y de allí ir avanzando hacia la derecha, de lo general a lo particular.
Una vez que hayas leído y subrayado, vuelve a leerlo y fíjate en la información que has subrayado. Comprueba si hay algo que te sobre o información que te falte por destacar. Estos pasos, aunque te parezcan repetitivos, no es una pérdida de tiempo pues te está permitiendo comprender, enfatizar y construir mejor la información.
La forma más fácil de presentar un cuadro sinóptico es primero dividir el tema que queremos representar en subtemas, que serán descritos dentro de las subllaves o en las divisiones si se eligió la forma de tablas. Se pueden describir con palabras clave o conceptos cortos, que permitan luego poder recordar lo que se ha leído en profundidad con un simple vistazo. Lo que hará el cuadro sinóptico será permitirnos memorizar un concepto mayor de forma más sencilla.