Actualizado el 14/10/2020
Ahora que estamos pasando un poco más de tiempo en casa, es común que nos apetezca llevar a cabo algunas manualidades, y cosas de casa, que hemos dejado olvidadas en otros momentos. Si vives en una casa con poco espacio, o te apasiona un look muchísimo más minimalista, los conocidos como estantes flotantes se convierten en la respuesta para ti. Los estantes flotantes son estantes montados en la pared que no poseen con soportes visibles, lo que les brinda la apariencia de flotar en las paredes, y ayudan en definitiva a que el desorden sea simplemente mínimo. Si bien es cierto que pueden parecer “mágicos” una vez los instalamos, quizá pienses que colocarlos sea tremendamente difícil o complicado. Sin embargo, ¿sabías que instalarlos no es tan difícil como parece? Eso sí, para conseguirlo es necesario hacerlo de la forma correcta.
Guía para colgar estanterías flotantes: los primeros pasos
Selecciona los estantes
Evidentemente, se trata del paso esencial, ya que como es de imaginar, sin los estantes poco podríamos hacer ¿no te parece? Existen una amplísima diversidad de estantes flotantes, cada uno de ellos con mecanismos ciertamente diferentes para lograr el acabado flotante tan deseado. Pero no hay duda que lo que todos tienen en común es el uso de algún tipo de soporte invisible montado en la pared, lo que ayuda a mantener los estantes en su lugar, a la vez que el soporte se mantiene completa y perfectamente oculto a la vista.
Los más comunes son los estantes de color blanco, que, por ejemplo, se verían perfectamente bien contra un muro de hormigón falso. Aunque también puedes optar por estantes de otros colores: amarillos, verdes, rojos… incluso de color madera.
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Determina dónde colocarás el estante
Es el siguiente paso esencial: ¿cuál será la ubicación del estante? ¿Quizá quieres que los estantes se encuentren centrados sobre un mueble? Mira dónde te gustaría que estuvieran y, finalmente, con la ayuda de un nivel, sostén los estantes en su lugar mientras dibujas una línea de marcado en la pared. De esta forma, al colocarlo tendrás la seguridad de que el estante se encuentra perfectamente alineado.
Trazando los agujeros para los tornillos
Utilizando nuestra línea de marcado como guía, sostén los soportes del estante contra la pared. Es el momento perfecto para trazar los agujeros necesarios para la colocación de los tornillos.
Coloca los soportes
Usando las marcas de trazado como guía, taladra los tornillos a través de los soportes y dentro de las paredes, empezando siempre con los tornillos del medio, y asegurándote de que se encuentren perfectamente bien nivelados, todo ello antes de colocar los tornillos finales.
La colocación del estante
Desliza ahora los estantes sobre los soportes. Y, si se incluyen en las partes del estante, es el momento ideal también para colocar el tornillo de fijación.
Diseña con estilo
Una vez colocados los soportes, y el estante, es el momento más oportuno para llenar los estantes con cualquier cosa que te guste. Ahora la clave está en encontrar un estilo adecuado de decoración (en definitiva, aquel que más te guste).
Por ejemplo, desde libros a obras de arte enmarcadas, pasando por plantas, flores… o incluso tu cubertería preferida.