Existen varios tipos de begonias, con diversos colores de flor, tolerancia a la sombra y al sol. Las begonias de cera son las que prefieren estar en zonas más asoleadas, y éstas son las preferidas de los jardineros, porque soportan la sequía y el calor.
Por el contrario, las begonias tuberosas prefieren la sombra, y no les va tan bien con el calor y la humedad. Las begonias pueden crecer en macetas, cestas colgantes o en el jardín. Estas flores siempre crecen bien cuando tienen una sombra parcial. También son plantas que prefieren un ambiente húmedo, rico y bien drenado.
Siembra de begonias:
La mejor época para sembrar las begonias, es en primavera, y lo mejor es mantener estas plantas protegidas de las heladas del invierno. Son idóneas para plantar en un jardín interior, donde las temperaturas son más bien cálidas.
Para mantener en buen estado las begonias, necesitan mucha fertilización, que estimule su crecimiento y floración. Hay que cuidar de mantenerles el suelo húmedo pero no mojado en exceso, o seria darle las condiciones perfectas a los hongos y el moho para que proliferen.
Plagas:
Entre las plagas que más afectan a las begonias, están los hongos, el moho gris y el oidio. Estas plagas se pueden evitar si se pincha la tierra para que se mantenga aireada, y evitándose el exceso de agua, como les decía antes, para evitar la pudrición y proliferación de estas enfermedades.
Algunos insectos que se sienten muy atraídos por estas flores, son los caracoles y las babosas, además de las cochinillas y los ácaros. Para evitar atraerlos, se debe evitar usar fertilizantes ricos en nitrógeno. Los ácaros se eliminan frotando las hojas de la planta con agua y jabón, de modo que se vayan los huevos y las larvas.
Fotos: (Erick in SF) flickr
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