Actualizado el 14/10/2020
Es sabido que las aves actuales son las descendientes de los dinosaurios, pero un nuevo estudio, publicado en Nature, demuestra que la evolución de las aves es el resultado de un cambio drástico en el período de maduración de los dinosaurios. En la actualidad, las aves llegan a la madurez sexual muy rápido, comparado con sus antepasados los dinos, con especies que lo logran en apenas doce semanas.
Arkhat Abzhanov, profesor de Harvard y co autor del estudio, dice que lo más interesante de este descubrimiento es que muestra a la evolución como un fenómeno del desarrollo. Al cambiar el desarrollo biológico en una especie, la naturaleza ha producido a las aves modernas, una criatura totalmente diferente, y que con unas 10 mil especies, son el grupo de vertebrados terrestres más exitosos del planeta.
Si bien es bastante sencillo diferenciar el cráneo de un dinosaurio con el de una ave moderna -los dinos tienen hocicos más largos y bocas repletas de dientes, y las aves tienen ojos y cerebros más grandes- al parecer esta diferencia desaparece si tomamos a las aves en su etapa juvenil. Hasta la fecha no se había analizado la evolución del cráneo de las aves, pero gracias al estudio publicado en Nature, se puede ver que las características que hacen a las aves tan especiales se ubica en la historia evolutiva de los arcosaurios, un grupo de animales carnívoros que fueron dominantes durante millones de años.
Valiéndose de tomografías computadas de docenas de cráneos de aves y terópodos –los parientes más cercanos a las aves-, pasando por las especies más antiguas de dinosaurios. Al comparar las cavidades orbitales y otras aberturas de los cráneos, los investigadores pudieron rastrear cómo fue cambiando su forma a lo largo de millones de años. Al llegar hasta los arcosaurios, que son un grupo que dio origen no sólo a los dinos y a las aves, sino también a cocodrilos y lagartos, los autores del estudio trataban de entender qué fue lo que pasó para que apareciesen las aves.
Lo que descubrieron fue que si bien los primeros dinosaurios pasaban por grandes cambios morfológicos mientras maduraban, el cráneo juvenil de los dinosaurios y el de las aves era marcadamente similar. En el caso de las aves, el cambio es el resultado de un proceso conocido como progenesis, que permite al animal alcanzar la madurez mucho más rápido. Esta velocidad les permite a las aves mantener algunas características de sus ancestros juveniles en la adultez, es decir que al mirar a un ave adulta actual, se puede ver como eran un dinosaurio juvenil.
Vía ScienceDaily
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