Actualizado el 14/10/2020
No es noticia que a quienes les gusta trasnochar, el despertar temprano por la mañana es la peor tortura del mundo, razón por la cual se levantan con cara de pocos amigos, y de mal humor. Los madrugadores, la gente que no tiene problemas en levantarse temprano, al contrario, suelen evitar el famoso snooze del despertador, llegando a salir de la cama antes de que suene el despertador. Pero al parecer, no sólo es una cuestión de momentos, los tempraneros suelen ser más felices y suelen estar más satisfechos con la vida en general, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Toronto, Canadá.
La tendencia de los adolescentes a ser noctámbulos suele desaparecer a medida que crecen, y según el estudio este cambio a madrugador podría ser la razón de por qué los adultos más viejos suelen ser más felices que los más jóvenes. Estudios anteriores sugerían que los tempraneros reportaban ser más felices que los trasnochadores, pero solían enfocarse sólo en adultos jóvenes.
El nuevo estudio se centró en el ciclo de vida completo, para poder elucubrar si los hábitos mañaneros de los individuos más ancianos contribuían a su visión sobre la vida en general. Para ello estudiaron a dos poblaciones, un grupo de 435 con edades de entre 17 y 38, y otro grupo de 297 adultos mayores con edades de entre 59 y 79 años. Ambos grupos llenaron cuestionarios sobre su estado emocional, qué tan saludables se sentían y obviamente su momento del día preferido.
Los investigadores descubrieron que llegando a los 60 años de edad, la gente es predominantemente madrugadora, mientras que sólo el 7 por ciento de los adultos jóvenes son tempraneros. Pudieron ver que los hábitos nocturnos y mañaneros cambian dentro de la misma persona a medida que va envejeciendo, ya que apenas un 7 por ciento de la población adulta sigue siendo trasnochadora pasados los 60 años.
Descubrieron que los adultos mayores reportaron más emociones positivas que los adultos jóvenes. El madrugar, al parecer, está asociado con una mayor felicidad en ambos grupos, no sólo en los adultos mayores. Los tempraneros también tendieron a decir que se sentían más saludables que los trasnochadores. Según los investigadores, esto podría deberse a que dormir mejor se asocia con una mejora en el sistema inmune, a la vez de que uno se siente más alerta. Para los autores la culpa de que los trasnochadores no sean tan felices, y se sientan menos saludables, podría deberse a que sufren de jet lag social, ya que están fuera de sincronización con el reloj biológico, también la sociedad en su conjunto suele estar organizada en horarios no aptos para trasnochadores.
Los trasnochadores deben despertarse temprano para ir a trabajar o para ir a la escuela, por más que no les guste, eso hace que se sientan infelices toda la semana por tener que hacerlo. Una buena siesta podría ayudar, si es que puedan darse el lujo…
Fuente: LiveScience
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