¿Cómo reformar un baño sin hacer obras?

Actualizado el 26/05/2023

Si estás pensando en darle un nuevo aire a tu baño pero no quieres meterte en el lío de unas reformas que pueden durar semanas, una de las opciones más interesantes para lograrlo es el microcemento ecológico. Se tarda poco en aplicarlo y el resultado es casi instantáneo. Tu baño tendrá un nuevo aspecto con muy poco esfuerzo y sin necesidad de obras.

¿Qué es el microcemento?

El microcemento es un tipo de revestimiento decorativo que se puede aplicar en multitud de superficies y estancias (baño, cocina, dormitorio, etc.). Está compuesto a base de cemento, resinas, aditivos y pigmentos minerales.

Es un material ideal para hacer una renovación de una estancia sin meterse en obras, puesto que su aplicación no requiere de picar azulejos ni levantar el suelo. Como ya sugiere la palabra revestimiento, se trata de un producto que se aplica directamente sobre el material anterior, como pueden ser los azulejos de la pared. De esta manera se consigue cambiar toda la decoración de la estancia y sin dedicar mucho tiempo a las obras, sin tantos ruidos ni tanta suciedad.

Se puede aplicar también sobre el suelo del baño, sin temor a que pueda elevarlo y haya que rebajar las puertas. La aplicación del microcemento suele conllevar únicamente un aumento del grosor de la superficie de 3 mm. Por ello, tampoco tendrás que preocuparte por aumentar la carga estructural.

Otro detalle importante a tener en cuenta de este material es que es muy resistente a la abrasión.

¿Por qué elegir el microcemento para la decoración del baño?

Un punto que me parece muy, muy interesante del microcemento es que ya puedes olvidarte de las juntas. El baño, debido a la alta humedad, es un espacio donde es muy común que las juntas entre azulejos acaben cogiendo un color ennegrecido, lo cual queda muy feo y para evitarlo se necesita mucha dedicación. Sin embargo, con este material todo queda liso, sin juntas a la vista, por lo que el mantenimiento del mismo es menor.

Otro punto fuerte de que no haya juntas es la percepción de continuidad que visualmente ofrece este material. Esto es ideal para espacios como el baño, que suelen ser más pequeños y también es frecuente que tengan menos luminosidad natural. Esa continuidad genera la sensación de estar ante un espacio más grande y, si eliges colores claros, también ganarás en luminosidad.

Además, este material lo puedes encontrar en muchos tipos de acabados, colores y texturas, por lo que es muy sencillo encontrar el idóneo para tu baño, para que puedas conseguir una estancia totalmente personalizada y a tu gusto. En cada marca podrás encontrar sus gamas propias, hay cositas muy interesantes.

Dicho esto, este tipo de material es fácilmente combinable con múltiples estilos, por lo que no vas a necesitar cambiar los muebles de tu baño (salvo que quieras también renovarlos) para que vayan a juego. Igualmente, queda muy bien con todo tipo de materiales, ya sea la madera o el cristal.

Como estamos hablando del baño y, como ya hemos mencionado, es un espacio donde hay más humedad, me parece recomendable deciros que podéis escoger acabados y tratamientos antideslizantes e impermeables que se pueden añadir al microcemento. De esta forma, te aseguras disfrutar con más tranquilidad de este espacio.

Por último, otra ventaja que aporta este material y que lo convierte en una opción interesante es que resulta fácil de mantener. No importa si lo aplicas en el suelo y en la pared, solo tienes que lavarlo con un poco de jabón de pH neutro y agua, nada más, nada de productos abrasivos, y verás que queda fenomenal.

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