Actualizado el 14/10/2020
Las plantas sufren al igual que cualquier otro ser vivo de diferentes tipos de enfermedades. Y son producidas por insectos, bacterias, virus, entre otros.
Que influyen notoriamente en el desarrollo de la planta, ya que su crecimiento, floración y frutos se pueden ver comprometidos.
Estas enfermedades se pueden clasificar como enfermedades fisiológicas, parasitarias (Hongos, bacterias, Virus, otros) y en ataque de insectos (Plagas).
¿Cómo influye cada una?
Las enfermedades fisiológicas afectan el desarrollo normal de la planta, y por lo general surgen en relación al medio ambiente que rodea dicha planta, comenzando a afectar sus funciones vitales. Esto sucede cuando existe carencia o exceso de nutrientes, al igual que de humedad, cuando la planta sufre las amplitudes térmicas, o el tipo de suelo y estructura.
Ya que el suelo varia mucho según la región geográfica inclusive dentro de una misma localidad, y las características que lo identifica son importantes y van a influir en el resultado y éxito de la plantación.
En el ataque de insectos, podemos encontrar dos grandes grupos de plagas que perjudican las plantas; insectos masticadores e insectos chupadores (según su manera de atacar a la planta y la forma de su aparato bucal).
Los insectos masticadores, poseen un aparato bucal compuesto por cuatro mandíbulas fuertes y adaptado para el corte de las distintas partes de la planta, por ejemplo las hormigas, gusanos, vaquitas, langostas o tucuras, gata peluda, babosas y caracoles etc. provocan serias heridas, que son vía de entrada a otras enfermedades de tipo micosis (provocada por hongos, bacterias o virus), se alimentan de partes esenciales, como ser hojas y raíces, restando órganos productores de clorofila y absorbentes de nutrientes.
Los insectos chupadores, en cambio, poseen un aparato bucal cuyas mandíbulas se modificaron para formar un fino tubo punzante adaptado para picar y una fina lengua que sirve para succionar los líquidos nutritivos (la clorofila de la planta). Podemos nombrar los conocidos como piojillos de las plantas, los pulgones (pulgones amarillos, típicos de laureles de flor, Pulgones grises, más grandes que atacan a sauces y álamos, etc.) las chinches, cochinillas, arañuelas, hongos, bacterias.etc.
Por lo que antes de poder comenzar cualquier tratamiento, es necesario reconocer el tipo de enfermedad que está padeciendo nuestra planta. Para así lograr su cura o mejora en un tiempo óptimo, sin que se vea comprometido el desarrollo futuro de la planta, los frutos o cultivos.
Desde esjardinería esperamos ser de utilidad con esta información, y disfrutar a vuestro lado del estupendo desarrollo de sus plantas.
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Imagen: eqqman / flickr
Via: viverista