Actualizado el 14/10/2020
Con el estreno de Prometheus, película en la que la humanidad parte en busca de una civilización extraterrestre, cabe recordar la pregunta hecha por el gran divulgador Carl Sagan: ¿Qué significa que una civilización tenga un millón de años de antigüedad? Si tomamos a la humanidad como un todo, nuestra civilización humana apenas tiene unos 200 mil años de antigüedad. Pero lo que realmente importa, son los últimos 10 mil años, en los que la tecnología ha ido avanzando a pasos cada vez más veloces. Una civilización de 1 millón de años, estaría muy lejos nuestro.
En 1964, el astrónomo soviético Nikolai Kardashev, propuso un método para medir el nivel avance tecnológico de las civilizaciones, basándose principalmente en la energía de la que disponía esa civilización. Se trata de una escala que apenas tiene tres categorías, el Tipo 1, 2 y 3. La primera tendría a su disposición toda la energía que su planeta pudiese aportarle, la segunda llegaría a aprovechar toda la energía que su estrella pueda aportar, y la tercera ya tendría una escala galáctica.
Obviamente, es en términos teóricos, ya que no conocemos ninguna civilización de este tipo, ya que nosotros mismos apenas llegaríamos a un Tipo 0,7, según Sagan. Otros han extendido la escala al Tipo 4, que podría llegar a utilizar o controlar el universo completo, o un Tipo 5, que ya irían más allá de su propio universo, controlando otras dimensiones. Esto tiene tanto de ciencia como de ficción, ya que ha sido tanto explotado por los autores de ciencia ficción, como por los científicos teóricos.
Sería casi imposible detectar una civilización del Tipo 1 desde nuestro planeta, pero una del Tipo 2 o 3, sí podrían ser identificadas, ya que la forma en que modificarían los alrededores de su planeta, estrella, o galaxia, sería detectable desde nuestro pequeño planeta. Una del tipo 2 podría valerse de lo que se conoce como Esfera Dyson, una megaestructura espacial propuesta por el físico Freeman Dyson en 1960, hablando de fuentes artificiales de radiación estelar.
Básicamente, se trataría de una cubierta esférica enorme, pero con enorme hablamos de que tendría un radio equivalente al de una órbita planetaria alrededor de su estrella, lo que le permitiría a esta civilización tipo 2 poder aprovechar el máximo energético lumínico y térmico de su estrella. Esta idea ya había sido propuesta en 1932, pero no por un científicos, sino por ele scritor de ciencia ficción Olaf Stapledon, para su novela Hacedor de estrellas. Una civilización del Tipo 3, ya entraría en control de una galaxia completa, como nuestra Vía Láctea.
Nosotros podríamos llegar al Tipo 1 en un par de siglos, todavía estamos muy lejos, dependiendo de fuentes fósiles y finitas, para nuestra energía. Llegar al Tipo 2 nos llevaría varios miles de años, y al Tipo 3, tal vez 1 millón de años. Así que por ahora nos contentamos con las películas, series y novelas de ciencia ficción. En la novela Mundo anillo, de Larry Niven, se habla de un anillo de millones y millones de kilómetros, construido alrededor de una estrella, con una superficie interior comparable a 3 millones de planetas como el nuestro. En el libro mencionado de Stapledon, esto es a escala galáctica, ya que se habla de una comunidad galáctica de mundos.
¿Qué tiene que ver esto con los xenomorfos de la saga Alien y su nueva entrega Prometheus? Habrá que ver la película para enterarse.
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