Hormigas que votan para llegar a una decisión colectiva

Actualizado el 14/10/2020

Nosotros tendremos un enorme cerebro como para poder tomar decisiones por nosotros mismos, pero las hormigas no necesitan de un cerebro descomunal como el humano, se las arreglan muy bien con sus minúsculos cerebros, eso sí, no pueden tomar decisiones por ellas mismas, sino que juntan todos los cerebros de la colonia para lograr decidir cuál será la mejor ubicación para un nuevo nido.

hormigas Temnothorax rugatulus

No estamos hablando de telequinesis, ni de un sistema de comunicación mediante danzas como el de las abejas, sino simplemente del voto individual para resolver colectivamente. Las hormigas de la especie Temnothorax rugatulus, estudiadas por investigadores de la Universidad de Arizona, Estados Unidos, cuentan con un elaborado sistema en el que envían a los exploradores en busca de nuevos hogares, estos vuelven y avisan en la colonia, mediante señales químicas, si encontraron un lugar apto o no, el resto de la colonia entonces emitirá su voto, de forma química también.

Esta especie de hormigas, pequeña y roja, vive en grietas entre las rocas en los bosques del oeste de Estados Unidos y en partes de Europa. No suelen tener colonias grandes, apenas de algunos cientos de trabajadores. Por lo que no es problema si deben mudarse a otro sitio por culpa de algún depredador que les desarregló las rocas, o si se ha caído el techo, o si necesitan más espacio. El problema surge de que siempre existen muchos lugares potencialmente interesantes para el nuevo hogar, así que una sola hormiga no puede tomar la decisión de elegir cuál es el mejor. Todas las integrantes de la colonia toman parte en la decisión.

Según pudieron ver los investigadores, cuando los exploradores parten en busca de un nuevo hogar y encuentran uno apto, vuelven a la colonia y emiten un mensaje con las feromonas que podría traducirse como un “sígueme”. Otra hormiga que esté cerca, se le unirá e irán juntas a ver el potencial nuevo hogar. Si la segunda hormiga también queda convencida por el sitio, volverá y repetirá el proceso, llevando a otra hormiga para que opine. Si alguna de las hormigas que llevan no queda satisfecha con el lugar tan sólo vuelve a la colonia sin emitir ninguna señal de feromonas. Pero si son muchas las que opinaron a favor, se llegará a una especie de quórum. Entonces comenzará la mudanza, con los exploradores transportando a sus compañeras de nido, incluyendo a la reina, que en apenas es una reproductora, no tiene ni voz ni voto.

La ventaja de este sistema, opinan los investigadores, es que cada explorador visita sólo algunos sitios potenciales, minimizando la información que debe procesar, ya que si una sola hormiga debiese visitar a todos los sitios potenciales, sería víctima de una sobrecarga cognitiva, y terminaría eligiendo mal, como sucedió en experimentos que realizaron los investigadores. Este sistema es como si todo el nido formase un único super organismo capaz de decisiones como las que animales con cerebros más complejos toman a diario.

Fuente: LiveScience

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