Actualizado el 14/10/2020
Es lo más normal que cualquier persona que vive y trabaja en las grandes ciudades no pase de las seis horas de sueño, durante la semana laboral, y que se de un premio de sueño con noches de 10 horas cuando llega el fin de semana. Lo cierto es que nos hace sentir recuperados, pero el cerebro puede resentirse, a la larga, según ha descubierto un nuevo estudio.
Según una encuesta del National Sleep Foundation, en Estados Unidos, el 40 por ciento de los encuestados se comportaba de ese modo, recuperando sueño los fines de semana. Por ello, el médico Alexandros Vgontzas y colegas de la Universidad Estatal de Pennsylvania realizaron un experimento con 30 voluntarios para estudiar qué tan bien funciona esa recuperación a la que tanto se ha acostumbrado la sociedad industrializada.
Los sujetos pasaron, hombres y mujeres de entre 18 y 34 años, pasaron dos semanas durmiendo 8 horas todas las noches. Luego empezaron a ir a dormir sus noches al laboratorio del sueño de los investigadores. Comenzaron con tres “noches base” de 8 horas de sueño.
Para las cinco noches siguientes, sólo los dejaron dormir 6 horas, como suele ser una semana laboral con un despertador odiado que nos levanta temprano cada mañana. Luego tuvieron dos noches de “recuperación”, en las que se los dejó dormir por 10 horas.
Durante la mayoría de los días se dejó a los sujetos que fuesen a su casa, y realizasen su rutina diaria, con un monitor en su muñeca que medía gran cantidad de cosas, entre ellas que no se durmiesen una siesta. Luego del experimento, pasaron 24 de tests médicos y cognitivos.
Lo que pudieron descubrir es que su somnolencia volvía a normal, luego de los dos días de recuperación. Como nos suele parecer a nosotros, en nuestra vida diaria. Una hormona de las monitoreadas fue la IL-6, marcador para inflamaciones en el cuerpo. Descubrieron que incrementaba cuando se pierde sueño, durante una semana típica laboral, algo que ya se conocía. Pero volvía a niveles normales luego de las noches de recuperación.
Pero lo único que no volvía a normal luego de la “recuperación”, era la atención de los sujetos. Seguían desempeñándose pobremente en los tests de vigilancia psicomotora. En los tests, se mide la capacidad para mantener la atención. Obviamente, los peores resultados eran durante la semana “laboral”, pero continuaba siendo malo luego de la recuperación del fin de semana.
Los autores del estudio no saben por qué es que sucede esto, pero aparentemente algunas funciones cerebrales no se recuperan por completo con sólo dos buenas noches de sueño, a pesar de que la persona sí ya se siente recuperada, y que muchas hormonas vuelven a niveles normales.
Nuestra habilidad para prestar atención se va resintiendo, si esta rutina se mantiene semana tras semana, lo que puede llegar a fatigar a nuestro cerebro, con consecuencias severas de estrés, y daño a nuestro sistema inmunológico. Lo cierto es que nuestro cuerpo necesita al menos 7 horas de sueño cada noche, que pueden completarse durante una siesta, si a la noche no se pudo alcanzar el numero ideal. Si no le damos lo que necesita, a la larga pagamos la consecuencia.
Fuente: Inkfish
Pejovic S, Basta M, Vgontzas AN, Kritikou I, Shaffer ML, Tsaoussoglou M, Stiffler D, Stefanakis Z, Bixler EO, & Chrousos GP (2013). Effects of recovery sleep after one work week of mild sleep restriction on interleukin-6 and cortisol secretion and daytime sleepiness and performance. American journal of physiology. Endocrinology and metabolism, 305 (7) PMID: 23941878 – See more at: http://inkfish.fieldofscience.com/2013/10/snoozing-on-weekend-wont-undo-workweek.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+Inkfishblog+%28Inkfish%29#sthash.pfE6hmps.dpuf
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