Actualizado el 08/08/2024
Libre como un pájaro. Quizás esta es la sentencia que mejor define los valores que se otorgan a este animalito. El pájaro es aquel que recorre el mundo montado en sus propias alas, gracias a sus propios medios y, de alguna forma, sin rendirle cuentas a nadie.
Seguramente muchos de nosotros hemos admirado el vuelo de un pájaro y nos hemos dicho a nosotros mismos que si fuéramos ese pájaro podríamos volar hasta el infinito, estar donde ningún hombre ha estado, volar sobrepasando todo lo que conocemos y, en definitiva, sentir la libertad que todo ello nos inspira.
Esta maraña de pensamientos se plasma a lo largo de toda nuestra cultura en numerosas manifestaciones artísticas, aunque especialmente llama nuestra atención la leyenda de Ícaro, quien obsesionado por alcanzar este sueño, construyó sus propias alas y voló, pero con tan poca fortuna que llegó hasta el sol, sus alas se prendieron y cayó inevitablemente hacia la muerte.
Esto nos demuestra que, por mucho que lo deseemos, quienes de verdad tienen la capacidad de rozar el sol son los pájaros y que a nosotros, pequeños seres humanos, sólo nos resta soñar con tal anhelo… y montar en avión, que para quien no le baste con mirar a los pajarillos, pues oye, también es un solución, ¿no?
Pues bien, además de la deseada libertad, al pájaro también se le asocian connotaciones de elevación, ascensión y pureza. Estos pequeños animalitos representan el dominio del espíritu sobre la materia y acumulan todo tipo de valores vinculados a la superioridad del alma y su pureza.
¿Cómo es la persona que porta este tipo de tatuaje? Quedan pocas dudas al respecto, ¿verdad?
