¿Para qué sirve el miedo?

Actualizado el 14/10/2020

El miedo es una de las emociones más básicas. A pesar de que uno de los géneros de cine y literatura más populares sean el de terror, no es una sensación placentera el sentir miedo, y con razón, sino no tendría sentido de existir. El estar preparados ante un estímulo o un evento potencialmente dañinos es crítico para poder sobrevivir en un ambiente cambiante. Eso es lo que hace el miedo, de forma automática nos prepara para reaccionar de manera acorde. Todos los animales se benefician del miedo para sobrevivir, de forma instintiva, la mayoría de las veces, pero el miedo también se puede aprender y es contagioso.

 Miedo, en la película Psicosis

El miedo es una de las pocas emociones innatas, junto con la tristeza, la ira y la alegría, según trabajos psicológicos y psiquiátricos de lo John B. Watson, Robert Plutchik, and Paul Ekman. El miedo es una forma de reconocer un peligro inminente, y nos urge a confrontarlo o a huir de él, lo que se conoce como la respuesta de pelear o volar, pero en casos extremos puede provocar que el sujeto que sufre el miedo se paralice. Si bien el miedo es instintivo en la mayoría de los casos, la evolución también ha favorecido otra forma de adquirir esa protección emotiva ante el peligro, y es aprendiendo a tener miedo.

miedo Muchas criaturas aprenden a tener miedo luego de experiencias traumáticas, es decir, después de enfrentarse a un peligro, aprenderán a prevenir un peligro como ese. Pero también puede enseñarse, lo que ocurre en los animales sociales como nosotros. El poder aprender sobre peligros potenciales es crítico en formar el comportamiento adaptativo en los ambientes que cambian rápidamente.

El miedo puede ser expresado, transmitido y adquirido de varias formas. Por ejemplo, uno puede tener miedo a un vecindario en particular porque nos ha asaltado algún ladrón, o porque vimos que asaltaban a alguien, o porque nos contaron que allí sucedió algún crimen. Así es que el miedo puede ser adquirido de forma directa o indirecta a través de las vías sociales. En cualquiera de los casos, según estudios recientes, una vez adquirido, el miedo se expresará de la misma forma, es decir nos llevará a evitar ese vecindario. Esta adaptación puede ser buena a veces, para nuestro bienestar, pero otras veces puede ser una contra. Más si ese vecindario es el nuestro. Así es que el miedo puede ser una protección, pero como en todo exceso, una sobreprotección puede resultar incómoda para la vida diaria.

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