Actualizado el 14/10/2020
En 2006 comenzó el Proyecto Genoma Neandertal, con la meta de secuenciar el genoma completo de los neandertales. Para 2010 presentaron el primer borrador, en el cual se pudo descubrir que el genoma de los humanos actuales tiene entre un 1% y un 4% de genes neandertales. Pero si bien la mayoría de los científicos aceptaron estos descubrimientos, que se pudieron comprobar igualmente con otro grupo de genetistas, hubo quienes no estuvieron de acuerdo en cómo interpretar ese porcentaje.
Los que realizaron los estudios lo interpretaron como una evidencia de que nuestros antepasados Homo sapiens tuvieron relaciones sexuales con los neandertales, y generaron descendencia, tanta como para dejar una marca en nuestro genoma. Pero un nuevo estudio pone sobre el tapete una discusión que venía dándose en los laboratorios de paleo genética, que dice que ese porcentaje debería interpretarse de otra forma, no cómo que hubo cruce entre estas especies, sino como proveniente de un ancestro común a las dos especies.
Ahora, para que comprendamos un poco sobre estas comparaciones de genomas, debemos tener en claro que un genoma es la totalidad de la información genética de un organismo dado. Si tomamos esa totalidad de un humano, y la comparamos con la de otro humano, la similitud es del 99,9% entre ellos. Si comparamos un genoma humano con el de un chimpancé, la similitud entre toda esa información es del 98%. Ahora, si lo hacemos con los neandertales, da aproximadamente 99,86% de similitud. ¿Vamos más lejos? Si lo comparamos con un ratón, tenemos una similitud del 85%.
Pero cuando hablamos de ese 1-4 % de genes neandertales que tenemos, no hablamos de similitud del genoma, sino de que hemos heredado genes neandertales, que representan entre el 1 y el 4 por ciento de nuestro genoma. Para que se entienda, nosotros heredamos el 50 por ciento de nuestros genes de nuestra madre, y el otro 50 por ciento de nuestro padre. Esto no quiere decir que el otro 50 por ciento sea diferente del genoma de nuestra madre, es similar en un 99,9%. De lo que se habla es de la copia que se recibe por herencia.
En paleoantropología, que es principalmente el estudio de los fósiles de nuestros antepasados, existe un gran debate sobre cómo fue la relación entre los Homo sapiens y los neandertales. Los primeros se originaron en África hace unos 200 mil años, llegaron a Medio Oriente hace unos 100 mil años, y a Europa hace al menos unos 40 mil años. Los neandertales, se originaron hace al menos unos 400 mil años en Europa, y vivieron principalmente allí, y en la región de la actual Rusia y también en Medio Oriente. Ambas especies convivieron durante decenas de miles de años. Algunos de los fósiles fueron interpretados como híbridos, es decir con características de ambas especies. Pero el asunto es que una de ellas desapareció, los neandertales, de los cuales no se han encontrado evidencias fósiles de menos de 30 mil años.
Entonces la opinión general fue que los sapiens, nuestros ancestros, los aniquilaron en la competencia por los recursos medioambientales. Pero con el tiempo, las evidencias que se fueron descubriendo apuntan a una convivencia pacífica, por lo que se empezó a buscar otra razón para la desaparición. Una de ellas, dice que los neandertales podrían haber sido absorbidos dentro de una población sapiens que era mayor. Esta postura recibió un fuerte apoyo con el descubrimiento de que llevamos genes neandertales dentro.
Pero el nuevo estudio apunta a otra explicación. Publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences por Anders Eriksson y Andrea Manica, alega que el compartir un ancestro común entre neandertales y sapiens, explica mejor que la cruza de especies, el por qué los humanos actuales de Europa y Asia comparten entre un 1 y un 4 % de sus genes con los neandertales.
El asunto es que tanto Neandertales como Homo sapiens, comparten un ancestro común que debe haber existido al menos hace unos 500 mil años, tanto en Europa como en África. Se cree que ese ancestro común habría sido la especie fósil conocida como Homo heidelbergensis. Pero hace unos 350 mil años las especies se separaron dando a lugar a los neandertales en Europa, y a los sapiens en África.
Según el nuevo estudio, los sapiens del norte de África, más cerca de Europa, habrían retenido más de su ADN ancestral, que compartían con sus parientes neandertales. Los sapiens de más al sur de África, no los habrían conservado esos genes. Cuando esos sapiens se expandieron por Europa y Asia, llevaron consigo los genes que compartían con los neandertales, no es que fuesen neandertales, sino que los compartían con ellos por ese ancestro común que tenían.
El tema es que estos estudios genéticos, y en especial este, generalmente se olvidan de prestar atención a la antropología y a la paleoantropología. Clamar que no había contacto entre las poblaciones de una misma especie que vivían en un mismo continente, y que tampoco hubo contacto entre dos especies distintas que a veces compartían cuevas, es no conocer mucho sobre como se comportan las poblaciones humanas. Sin contar con que este estudio no ha realizado comparación alguna de genomas, sino que sólo se basa en un análisis realizado por un ordenador.
Por ahora la mayoría de los científicos, no sólo los genetistas, están a favor de interpretar ese 4% de genes neandertales como que hubo contacto esporádico entre las especies, que terminó dejando una huella genética. Incluso algunos han llegado a opinar que este estudio es obsoleto, ya que se basa en premisas ya abandonadas por todos.
Vía: ScienceDaily Mas detalles en John Hawks Site y Dienekes (inglés)