Actualizado el 14/10/2020
Es sabido que llevar a un gato a un viaje en auto puede llegar a ser una pesadilla.
Todo dueño de gato que deba llevarlo a la veterinaria en el coche sabe que los gatos odian viajar en auto.
A los perros por lo general les fascina que los lleven a pasear en auto, pero con los gatos no hay caso.
¿Por qué tanto odio de los gatos hacia el viaje en coche?
Para encontrar una respuesta hay que prestar atención a las características comunes de los gatos. Como bien sabrá todo aquel que disfrute de la compañía de los gatos, se trata de animales de hábitos, es decir, son maniáticos. Aman las rutinas, y no les gusta nada que se las vengan a modificar. Este amor por la rutina al parecer es algo que viene de lejos, evolutivamente.
El gato doméstico actual se cree que desciende de unos gatos salvajes pequeños que habitaban en Medio Oriente y norte de África, el Felis silvestris lybica. Se cree que fueron domesticados hace al menos unos 10 mil años fueron domesticados. En la actualidad es un gato de vida nocturna, solitario y altamente territorial. Sus rutinas diarias son cuestión de supervivencia, como por ejemplo marcar su territorio o enterrar sus heces para no atraer a depredadores.
El odio de los gatos a viajar en coche es simplemente una respuesta instintiva a los cambios en la rutina diaria. Los gatos, como sucede con las personas, se estresan frente a las situaciones poco familiares o incómodas.
Llevar al gato fuera de su hogar podrá no parecer la gran cosa para uno, pero para el gato, que dedica gran parte de su tiempo a mantener los límites de su territorio, cruzar hacia otros territorios puede ser escalofriante.
Así es que si bien algunos gatos sufren de mareos por el movimiento, el que vomiten o sufran de incontinencia cuando viajan en coche puede ser simplemente que están nerviosos, estresados e incómodos. Son síntomas totalmente comunes entre los gatos.
Los expertos dicen que tratar de calmar al gato puede ayudar muchísimo a que se relaje mientras tiene que sufrir esa situación estresante. Lo ideal sería que la persona con la que el gato siente más apego no sea la que maneje, sino que esta vaya sentada atrás con el gato, para calmarlo y distraerlo.
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