Actualizado el 14/10/2020
Los perros pueden aprender los nombres de los objetos, pero se enfocan en características diferentes cuando escuchan las palabras humanas. Cuando un niño aprende la palabra relacionada con un objeto, se enfoca en la forma de ese objeto. Los perros, por el contrario se enfocan en el tamaño del objeto para el que aprendieron una palabra.
Un niño aprenderá que pelota es una palabra que servirá para la de golf, tenis o fútbol, porque se enfoca en la forma del objeto. El investigador Emile van der Zee, de la Universidad de Lincoln, Estados Unidos, realizó un estudio, junto con sus colegas, para descubrir si los perros también se fijaban en la forma para asignar palabras a objetos. Muchos estudios anteriores aportan evidencias de que los perros pueden aprender palabras, incluso existe el caso documentado de Rico, un border collie que llegó a comprender más de 200 palabras sueltas.
Van der Zee y colegas realizaron experimentos con Gable, un border collie de cinco años para saber cómo asocian los perros los objetos y las palabras. Crearon objetos de diferentes formas y texturas, y le enseñaron a Gable palabras inventadas, como por ejemplo “dax”, para describirlos. Así descubrieron que cuando se le pedía que recupere un objeto específico, Gable se basaba en el tamaño. Si se le daba opciones entre un objeto del tamaño del que le enseñaron que era dax, y otro más grande, al que también llamaban dax, el perro elegía el del tamaño que ya había asociado a la palabra. Sin importar la textura o la forma del objeto, sólo el tamaño. Así ocurrió con los diferentes experimentos que realizaron
Pero también descubrieron en otros experimentos, que si se le daba un juguete que tenía durante varios meses, Gable asociaba la palabra más con la textura del objeto que con el tamaño. A nosotros nos interesa la forma, pero a los perros más el tamaño y la textura, concluyen los científicos.
Fuente: LiveScience