Actualizado el 14/10/2020
Todo lo que siempre quisiste saber sobre el uso del Snooze, esa endemoniada opción que nos permite 9 minutos más de sueño… y 9 más, y 9 más. ¿Es saludable? ¿Descansamos realmente? ¿Por qué 9 minutos?
La pregunta sería, en realidad, por qué es que necesitamos darle al botón de snooze, dilatar un poco más el despertar. Es una señal de que hemos dormido mal o poco.
Pero al contrario de la razón por la cual la gente utiliza la opción de snooze de sus despertadores, puede hacer que complique nuestro funcionamiento diario, y que nos deje con sensación de cansancio.
Los especialistas del sueño, suelen llamar jet lag social, a lo que le sucede a la mayoría de la gente que abusa del snooze, que consiste en dormir mucho los fines de semana, y poco los días de la semana, ya sea por trabajo o presiones familiares.
Poco sueño significa dormir 6 horas o menos, sueño suficiente es entre 7 y 8 horas.
Utilizar la opción de snooze es un inútil intento de obtener ese sueño extra que realmente necesitamos. El sueño fragmentado que nos da la opción de snooze de la alarma es mucho más dañino para nuestra salud, que la falta misma de sueño.
Por ejemplo, cuando estamos en sueño ligero o REM, que es cuando ocurren los sueños, no es bueno que nos interrumpan, porque también es el momento en que nuestro cerebro procesa los recuerdos emocionales del día anterior.
Interrumpir esos momentos, que es lo que suele hacer la opción de snooze, recuerden o no los sueños que tuvieron en esos 9 minutos, puede producirnos daños cognitivos, traernos problemas de atención e incluso hacernos más propensos al mal humor.
Hacerlo de forma repetitiva, fragmenta lo poco de sueño extra que podamos conseguir, y es un sueño de muy mala calidad. Eso puede arruinar todo el descanso de calidad que hayamos obtenido durante la noche.
También engaña a nuestro cerebro repetidas veces, haciéndole creer que se inicia un nuevo ciclo de sueño que será interrumpido nuevamente a los 9 minutos.
Esto genera más somnolencia durante el día, que si no hubiésemos dormido esos minutos que le robamos al snooze.
El snooze nos hace más propensos a un mal despertar, que se produce por la llamada inercia de sueño, comúnmente llamada somnolencia.
Por culpa de ese sueño fragmentado del snooze, puede llevarnos hasta una hora y media el poder despertarnos realmente, sin que el café o una ducha fría ayuden.
Esa ruptura que genera el sueño fragmentado del snooze, rompe nuestro ciclo circadiano, que es el encargado de decirnos cuándo debemos estar despiertos, y cuándo no. Lo que degenera en que no podamos sentirnos despiertos durante el día, con esa sensación de sueño constante.
También, esta falta de sueño, y este sueño entrecortado de las mañanas, nos hace más propensos a sufrir de diabetes, de obesidad, de problemas cardíacos.
¿Por qué el Snooze dura 9 minutos?
Snooze significa siesta o echar una cabezada, en inglés. El primer despertador con un botón de snooze fue diseñado por General Electric-Telechron en 1956.
Los despertadores, por aquellos tiempos, no eran digitales, ni electrónicos, sino mecánicos. Tenían engranajes y ruedecillas a las cuales se debía adaptar esa nueva utilidad de conseguir unos minutos extra de sueño.
Los endemoniados ingenieros que decidieron agregar ese botón tentador se encontraron con que sólo podían ajustar ese tiempo de snooze en 9 o en 10 minutos, porque otra configuración, no encajaría en las ruedecillas existentes.
Los informes de sueño indicaban que en 10 minutos uno podía caer en sueño profundo, del cual ya es difícil despertar, por lo que decidieron establecerlo en 9 minutos.
Hoy en día, la mayoría de la gente utiliza sus teléfonos móviles como despertadores, y es simpático que mantienen esos 9 minutos, si bien en la mayoría se puede modificar.
¿Cómo evitar el uso del Snooze?
Como decíamos, usar el snooze es señal de que no estamos durmiendo bien o suficiente. A veces simplemente con dormirnos media hora antes, alcanza y sobra para evitar la necesidad de esos minutos extra por la mañana.
Otro consejo que suelen dar los expertos en sueño, es evitar las luces azules, también llamadas luces blancas o luz de día. Este tipo de iluminación es buena durante el día, pero al menos una hora antes de irnos a la cama, es ideal evitarlas, ya que nuestro organismo las interpreta como luz de día, luz solar, y eso hace que nuestro reloj interno se desajuste.
Este tipo de luces no sólo están entre las lámparas fluorescentes, sino también en nuestros teléfonos móviles, en las tablets y en las notebooks.
La luz de día retrasa la producción de melatonina, la hormona del sueño, que nos ayuda a conciliar y mantener un sueño saludable.
Si por alguna razón no pueden irse antes a la cama, y no tienen luces azules, o ya las cambiaron, y siguen adictos al snooze, entonces es hora de ir un poco más lejos, literalmente. Ubiquen el despertador donde no lleguen, ni estirando el brazo, así nos obligará a levantarnos de la cama para apagarlo.
Si nada funciona, es porque algo anda mal, y hay algún problema de sueño que va más allá de la cantidad de horas, y eso es señal de que es hora de ir a ver al médico.
Fuentes:
http://www.maimonidesmed.org/Main/News/The-Snooze-Button-Friend-or-Foe-236.aspx
http://www.everydayhealth.com/columns/robert-rosenberg-sleep-answers/hitting-the-snooze-button/
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