Actualizado el 23/06/2022
¿Por qué llevar dos vestidos de novia a tu boda? Básicamente, porque es un evento único en tu vida que se va a prolongar durante más de 12 horas. Por tal motivo, cada vez son más novias las que optan por esta alternativa. Si vas a ser una de ellas, te contamos cómo elegir el segundo vestido de novia: consejos e ideas
Básicamente, la idea es llevar dos looks en dos momentos muy diferenciados de la boda. El primero, para la ceremonia. El segundo, para el banquete y la celebración. ¿Qué debes tener en cuenta en el segundo tramo? Sigue leyendo y sabrás cómo elegir el segundo vestido de novia: consejos e ideas
Sencillo y cómodo
Tu boda va a ser el día más importante de tu vida, qué mínimo que estar cómoda, ¿no crees? Lo habitual, como hemos comentado, es partir en dos la boda y dedicar a cada tramo uno de los vestidos.
El primero sería exclusivo para la ceremonia y las fotos posteriores. Obviamente, aquí se busca la espectacularidad absoluta. En el caso del segundo vestido de novia, la cosa cambia. Con este otro vestido debemos buscar la comodidad máxima. Al final, es un vestido que vamos a usar para comer y bailar durante horas.
En tal caso, ¿cómo elegir el segundo vestido de novia? Tan sencillo como optar por un vestido corto que nos permita movernos con facilidad. O con un vestido más informal que el primero, al que le podemos añadir algo de fantasía en el diseño. Y es que una vez terminada la parte seria de la boda, el banquete y la celebración son momentos para la alegría y el regocijo.
Vestido doble
Quienes crean que las tiendas de vestidos de novia no han pensado en lo del segundo vestido, están en un error. Es más, algunas ya están haciendo un combo loco que, hasta hace poco, parecía imposible: el vestido doble de boda.
En este caso, lo habitual es comprar un solo vestido, asegurándonos que la falda principal se puede quitar, dejando paso a otra más informal para la celebración y el banquete.
Por un lado, evitas perder un tiempo precioso en cambiarte y ponerte el otro vestido. Tan fácil como retirar la falda, ajustar más el vestido y disfrutar de tu boda. Puedes añadir un lazo, un adorno o cualquier elemento a tu segundo vestido de novia que en realidad es aún el primero customizado. Además, te ahorrarás la compra de un vestido, lo que puede suponer un buen pellizco.
Vestido de repuesto
¿Qué pasa si el vestido de novia se mancha, se rompe o, por lo que sea, no cierra? Siempre es bueno tener un vestido de repuesto, en este caso, en forma de segundo vestido de novia. Sí, a lo mejor no es lo más adecuado llevar un vestido corto en la iglesia, pero si el primer vestido no está disponible, seguro que no hay problema.
Vestido corto
La mayor comodidad que va a encontrar una novia el día de su boda, está en los vestidos cortos. Una alternativa que no tiene que perder un ápice de elegancia, si sabemos cómo elegir el segundo vestido de novia. Para empezar, dejando el largo del mismo justo por las rodillas. Un punto intermedio que contenta a todo el mundo.
Una vez tienes el vestido corto, es hora de añadirle algún elemento disruptor. Hablamos de volantes, pedrería, plumas, transparencias o lo que se te ocurra. Eso sí, todos los abalorios deben estar bien fijados y permitirte disfrutar de la celebración.
Mono blanco
Del vestido corto al mono blanco tan sólo hay un escalón y se sube con un pequeño empujón. Puede parecer que no es lo habitual en las bodas, pero la realidad es que esta tendencia no para de crecer y crecer.
Así, con un mono blanco o crudo, estaremos cómodas, arrebatadoras y muy actuales. Incluso podemos ir más allá y rizar el rizo. Las novias más rompedoras pueden optar por pasar el banquete y la celebración con un kimono de origen oriental en blanco. El impacto va a ser tremendo y se seguirá hablando de tu mono blanco durante muchos años.
Zapatos
Parece obvio pero no todas las novias lo tienen en cuenta. Si te vas a cambiar de vestido, por qué no hacer lo propio con los zapatos. Más que nada porque los zapatos para la ceremonia suelen ser preciosos pero imposibles de llevar mucho tiempo.
En el caso de los zapatos para el segundo vestido de novia, la recomendación es, de nuevo, la comodidad. Al final, te vas a pasar la mayor parte del tiempo de pie o bailando. Mejor prevenir. Así, lo lógico es que los zapatos para el segundo vestido de novia tengan un tacón menor y te permitan estar horas de pie y de aquí para allá. Unas sandalias de cuña son ideales para este caso
Estilo propio
En la ceremonia religiosa o civil, el vestido de princesa que llevan la mayoría de novias, no suele representar el día a día de la novia. Es debido, además de la espectacularidad de los diseños, a las restricciones que impone el protocolo de dicha ceremonia. Básicamente, cierto decoro ante la unión de dos personas
Obviamente, el banquete y la celebración están libres de ataduras, por lo que puedes optar por un look más informal, atrevido, incluso sensual. En este caso, con un segundo vestido de novia que marque tu estilo propio.
Expectación
Si los invitados ya van a estar deseando ver cómo es tu vestido de novia, cuando les digas que hay un segundo vestido de novia, la expectación se va a disparar.
Eso sí, recuerda que cuando cambies de vestido, también tienes que modificar algo tu look. El peinado, el maquillaje, los zapatos… Todo a juego con el nuevo vestido pero dejando claro que empieza otra parte de la ceremonia, menos formal y más festiva.
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