La gente del mundo industrializado come apenas la mitad del volumen de alimentos que solían comer nuestros antepasados prehistóricos de hace unos 10 mil años. A pesar de ello, el principal problema nutricional de la humanidad actualmente no es el hambre, sino la obesidad. Para estar en sintonía con el estilo de vida y de alimentación para la cual ha evolucionado el organismo humano, deberíamos estar comiendo más si es que queremos perder grasas, no menos como muchas dietas indican. El asunto es qué comer, no cuánto comer. La llamada paleodieta, no es una dieta de moda, ni un invento de algún nutricionista con ánimos de ganar dinero con libros de dietas, suplementos, etc.
La paleo dieta es simplemente estudiar el pasado evolutivo de nuestro cuerpo, y comportarnos de acuerdo al estilo de vida que llevaban nuestros ancestros de hace 10 mil años, que es el estilo de vida para el que la evolución nos ha adaptado. Alejarnos de ese estilo de vida nos ha llevado a contraer enfermedades que con el simple hecho de alimentarnos mejor, y hacer ejercicio diario, podrían prevenirse por completo. Enfermedades como la hipertensión, la diabetes, la diverticulosis, la apendicitis, úlceras, colitis, cáncer de intestino, de cólon, síndrome de intestino irritable, hemorroides, várices, dolor de espalda, y un largo etcétera.
La paleo dieta, también llamada dieta paleolítica, se basa en los alimentos para los cuales hemos evolucionado, como carne, pescado, frutas, verduras, frutos secos, raíces, y evitar las legumbres, la sal, el azúcar, los aceites procesados, los granos. En suma, comer mucha más fibra de la que ingerimos actualmente.
El ser humano es un animal omnívoro desde al menos hace unos dos millones de años. Desde esos tiempos ingerimos los alimentos que se mencionaban antes, y nuestro organismo ha evolucionado para adaptarse perfectamente a ellos, y para funcionar con ese tipo de alimentación. La falta de alguno de ellos, nos pone en riesgo de falla del organismo, es decir, enfermedades y dolencias. No se debe abandonar la carne, ya que la necesitamos, es una parte muy importante de nuestra dieta. Tampoco las verduras y las frutas. Una paleo dieta, es decir la dieta para la cual nos hemos adaptado, debe incluir grandes cantidades de proteínas, fibra, verduras y frutas.
Nuestro intestino está preparado para alimentos con fibras. Cuando le enviamos la comida procesada, falta de fibra, a las paredes intestinales les cuesta mucho más movilizar esos alimentos, porque al ser más pequeños dejan más espacio. Por culpa de esto aparezcan pequeños globos en las paredes del intestino que son los divertículos, que se inflaman y son dolorosos. El esfuerzo que debe hacer el intestino, puede también presionar al apéndice, el que termina inflamándose, y puede degenerar en una apendicitis. Este tipo de alimentación falta de fibra también es responsable del síndrome de colon irritable. Todas estas dolencias pueden degenerar también en cánceres de intestino o de colon.
Entre las sociedades cazadoras recolectoras de tiempos modernos no se ha descubierto hipertensión, ni fallos cardíacos. Ellos comen poca sal, pocas grasas saturadas, pocos carbohidratos, y mucha fibras y vitaminas. Así eran nuestros antepasados, y para ese estilo de alimentación, la paleo dieta, ha evolucionado nuestro cuerpo. Si lo contradecimos, nos enfermamos.
Así como el exceso de sal es dañino, también lo es el abuso del azúcar. Millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por la diabetes, que es la enfermedad resultante del exceso de glucosa en la sangre. Las moléculas de azúcar hacen que el agua sea expulsada de las células en un intento del organismo de diluir la sangre a niveles normales. El exceso de agua es excretado por los riñones, por el mismo lugar se va la glucosa, en una lucha del organismo por deshacerse del exceso de azúcar. La comemos ya sea como azúcar o como carbohidratos. En el pasado, no teníamos azúcar al alcance de la mano, porque la glucosa no abunda en la naturaleza. Por esa razón nuestro cuerpo está preparado para dejar pasar toda la glucosa que entre en el organismo, ya que las células la utilizan como energía. Nuestros ancestros tampoco eran tan sedentarios, así que la glucosa que ingerían la utilizaban como energía o la almacenaban para tiempos de escases, pero su cuerpo nunca se saturaba. Ahora no sólo ingerimos demasiada azúcar, sino que hacemos poco o nada de ejercicio.
En resumen, la paleo dieta es comer bien, y pensando en nuestro pasado evolutivo. Las principales causas de enfermedad y muerte, pueden evitarse con una alimentación adaptativa, es decir para la cual hemos evolucionado desde hace dos millones de años. Sin olvidarnos del ejercicio. No hablamos de deportes como el fútbol, tenis, o cosas así, que no son beneficiosos para nuestro cuerpo, tampoco, sino caminar, trotar, ese es el mejor ejercicio posible. Y es gratis.
Para hacer una Paleo Dieta
- Paleo dieta, guía de alimentos
- Paleodieta para deportistas
- Hipertensión y paleodieta
- Diabetes y paleo dieta
- Síndrome de intestino irritable y paleodieta
Para saber más
- De dónde venimos
- Homo sapiens, el maratonista
- ¿Por qué comemos de más?
- Hemorroides, ¿por qué las tenemos?
- Cultivar no era más productivo que cazar
- ¿Por qué perdimos el pelo del cuerpo?
- Genealogía de la nariz
- ¿De dónde vienen nuestros ojos?
- Evolución del rostro
- ¿Cómo funciona la evolución?
- Seguimos evolucionando
- ¿Por qué debemos ir al dentista y usar aparatos de ortodoncia?
- ¿Por qué duele tanto una patada en los testículos?
Bibliografía
- Evolving health, de N. Boaz.
- The evolving world: evolution in everyday life, de D. Mindell.
- Modelo para armar: evolución humana paso a paso, Martín Cagliani.
- The stone age diet: Based on in-depth studies of human ecology and the diet of man, de Walter Voegtlin.