Los vasos curvados nos hacen beber más rápido

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Un buen bebedor de cerveza, se hace cargo de sus excesos, ahora, los que no se hacen cargo, suelen echarle la culpa a cualquier cosa, investigadores ingleses les dará una nueva excusa, esa vez con un buen apoyo científico. Según estos psicólogos de la Universidad de Bristol, la culpa de beber mucho sería de los vasos.

cerveza 

El abuso de las bebidas alcohólicas es un problema serio entre la juventud británica, y según Angela Attwood, autora principal del estudio, esto está volviendo peligroso el salir de noche por las calles céntricas. Pero aparte del aumento de los crímenes, el beber en exceso es un problemas de salud. Según la Organización Mundial de la Salud 2,5 millones de personas mueren al año por culpa del alcohol, y está ubicado en el tercer lugar de los factores que predisponen a enfermedades fatales.

Cuánto bebe una persona en un bar, igualmente, puede no deberse únicamente al poco o mucho control que tenga esa persona sobre si misma, ya que factores como el volumen de la música o la forma de los vasos pueden llevarnos a beber más de forma inconsciente. Se ha probado en estudios anteriores, que la música alta nos lleva a consumir más bebidas, ya sean alcohólicas o no. Ahora, el equipo de Attwood ha descubierto que la forma de los vasos puede llegar a distorsionar la percepción que tenemos de cuánto alcohol estamos bebiendo.

cerveza Es decir, si pedimos una pinta, sabremos que en el vaso que nos traigan, sea cual sea su forma, habrá más o menos medio litro, que es el equivalente a una pinta. Pero si estamos bebiendo con amigos, y nos traen las bebidas en botellas o jarras, entonces la forma del vaso que utilicemos para beber tendrá mucho más peso, porque nos permitirá hacernos a una idea de cuánto estamos tomando, como para poner o no un freno cuando lleguemos a la cantidad que consideramos nuestro límite.

Attwood y colegas realizaron un experimento entre 160 jóvenes saludables, estudiantes de la Universidad de Bristol. Según cuenta Attwood no fue muy difícil reclutar a los voluntarios, ya que estaban contentos de conseguir bebidas gratuitas. Se les dio a cada uno la oportunidad de elegir entre vasos derechos o vasos curvos. Mientras tomaban se les dio a ver un documental de la naturaleza, como para que no estuviesen sin hacer nada mientras bebían. También se disfrazó el estudio dándoles algunas tareas a realizar cuando terminaban de beber.

Analizando los videos, los investigadores descubrieron que los que bebían más rápido eran quienes bebían del vaso curvado. En promedio, a los bebedores les llevaba 8 minutos terminar un baso lleno de los curvados, mientras que con los vasos rectos tardaban 13 minutos de promedio.

Según Attwood, la razón del aumento en la velocidad es que la mitad del vaso, en los que están curvados es ambigua. Los bebedores sociales, es decir, quienes no beben sólo para emborracharse, dice la psicóloga, tienden a medir la velocidad en que beben alcohol, juzgando qué tan rápido llegan a la mitad del vaso. Esto fue apoyado por otro estudio, en el que le daban a los sujetos fotografías en las que debían juzgar el nivel de líquido en los vasos curvos y rectos. Otra vez los participantes juzgaron mal el contenido de los vasos curvados.

Así que ya saben, música muy alta y vasos curvados pueden ser una mala combinación a la hora de querer cuidarse en la bebida.

Fuente: Wired

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