
“Jesús les dijo –Mi esposa”. Es lo que se lee en un fragmento de texto de un papiro del siglo cuarto desconocido que acaba de ser anunciado por la historiadora Karen King, de la Universidad de Harvard, Estados Unidos. En otra parte dice “podrá ser mi discípula”. King es especialista cristianismo temprano, autora de varios libros sobre los Evangelios, especialmente los nuevos que se han descubierto.
Este fragmento pertenece a un privado, que prefirió permanecer anónimo, y que lo ha prestado a King para que lo estudie con un grupo de investigadores. Fue adquirido por su dueño en 1997 en una subasta de papiros de su dueño anterior, un alemán. El fragmento de papiro apenas tiene el tamaño de una tarjeta de presentación, pero se le han realizado muchas pruebas para comprobar si se trata de algo falso, y las ha pasado todas. La tinta, las fibras del papiro, todo ha sido analizado por papirólogos y especialistas en copto, que confirmaron su genuinidad.
El fragmento de texto está escrito en copto, una lengua hablada en Egipto entre los primeros cristianos. Son 8 líneas de texto en la parte delantera del fragmento de papiro, y seis en la parte trasera. Según sus investigadores sería parte de un libro, tal vez un Evangelio desconocido hasta la fecha.
Lo que está escrito allí reaviva el debate de si Jesús estaba casado, algo que se insinúa en los Evangelios no aceptados por la iglesia católica, los llamados apócrifos. También se dice en algunos que su mujer no era otra que la prostituta María Magdalena. Y también reaviva el tema de las sacerdotisas mujeres, ya que dice que tuvo una discípula. Son temas controvertidos que datan de los primeros años del cristianismo, pero dejados de lado por el catolicismo, que eligió sólo algunos de los Evangelios como los más creíbles, y sobre los cuales asentaron sus rituales religiosos, como por ejemplo que los sacerdotes no puedan ser hombres casados ni tampoco mujeres, ya que así se manejó Jesús con sus discípulos.
Obviamente, que en el fragmento se diga que Jesús tenía una esposa, no es la prueba última de que así fue, sino que agrega más confusión a las contradicciones que existen entre todos los Evangelios, que cuentan partes de la vida de Jesús. La mayoría de ellos fueron escritos mucho tiempo después de su muerte, este fragmento es al menos unos 300 años posterior a los tiempos de Cristo. Pero al menos muestra que el tema de si Jesús estaba casado o si era célibe, era un tema de debate desde aquellos tiempos. En el siglo II existió una discusión entre los cristianos sobre si efectivamente Jesús había tenido esposa, a razón de otra discusión sobre si los cristianos debían casarse y tener sexo.
Habrá que seguir investigando el fragmento de texto, que es más largo que lo que citamos al principio, que justo es el final, donde fue cortado, tal vez por algún inescrupuloso que creyó que podría sacar dinero con ese fragmento solo, sin necesidad de robar todo el resto del papiro. Sería interesante que se investigue, y se cuente la historia de cómo el papiro llegó a sus dueños anteriores.
Fuente: New York Times, Harvard, LiveScience