Actualizado el 14/10/2020
La última información de la NASA indica cambios acelerados en las lecturas de la sonda, que se encuentra atravesando los límites del Sistema Solar.
Representación de las regiones de la heliosfera y la ubicación de las Voyager
¿Qué encontró Voyager hasta el momento?
Hace años que la sonda Voyager 1 transita la zona fronteriza de nuestro sistema, despidiéndose para siempre de la influencia del nuestra estrella.
Pero hace unas semanas, Voyager entró en una región donde se acrecentó rápidamente la intensidad de las partículas cargadas provenientes del espacio exterior.
La sonda, lanzada hace 34 años, posee telescopios de Alta Energía (receptores que detectan la energía subatómica de partículas cargadas).
Las partículas que se acrecentaron en estas lecturas provienen de supernovas, que antes fueron estrellas vecinas al Sol. Por eso su prescencia es un claro indicador de la cercanía del espacio exterior, donde el viento solar y la burbuja de la heliosfera no influyen.
A veces imaginamos equívocamente que, fuera de la Tierra, existe el “vacío del espacio“.
Pero lo cierto es que la actividad de una estrella se expande de varias formas a lo largo de su zona de influencia, constituyendo un sistema, un lugar familiar en la galaxia al que podemos llamar (o quizá, algún día llamaremos) hogar. Fuera de él, se sospecha que las cosas son muy distintas.
La sonda y sus instrumentos: espectrómetros, cámaras, detector de rayos cósmicos, antena, etc.
“Desde enero del 2009 a enero del 2012, hubo un incremento gradual de un 25% en la cantidad de rayos cósmicos con los que se encontró la Voyager“, explica Ed Stone (científico del proyecto de la NASA, en Pasadena).
“Pero, recientemente, obtuvimos una escalada muy rápida en esa sección del espectro de energía. Comenzó el 7 de mayo, los rayos cósmicos que golpearon a Voyager crecieron un 5% en sólo una semana, y 9% durante el mes”.
Al mismo tiempo, Voyager reveló que descendió la intensidad de partículas provenientes del Sistema Solar. Sin embargo estos niveles no cayeron precipitadamente, como seguramente lo harán cuando Voyager abandone completamente la heliosfera del Sol, atravezando la “heliopausa”.
La información que capta Voyager 1 tarda más de 16 horas en llegar a la Tierra (recordemos que la sonda viaja a 17 kilómetros por segundo y que actualmente se encuentra a una distancia de casi 18.000 millones de kilómetros de nuestro planeta).
Donde ninguna nave ha ido jamás
La sonda Voyager 1 fue lanzada el 5 de septiembre de 1977 desde Cabo Cañaveral. Dos semanas antes, la NASA lanzó a su hermana, la Voyager 2, que actualmente también viaja, un poco más lento, por el Sistema Solar.
Ambas se encuentran en buen estado y, aunque ya cumplieron con su ambicioso objetivo de sondear Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, se espera que el proyecto continúe hasta que, dentro de 10 ó 15 años, los generadores dejen de reproducir energía y se desplacen naturalmente hacia quién sabe qué rincones de la Vía Láctea.
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