Premio Nobel de Medicina 2012

Actualizado el 14/10/2020

El lunes se ha galardonado con el Premio Nobel de Medicina de 2012 al inglés John Gurdon y al japonés Shinya Yamanaka, por haber logrado grandes avances en relación a las células madre, al lograr que una célula ya adulta vuelva a convertirse en una célula madre, es decir una célula que todavía no se ha especializado y que por ende, puede ser convertida en cualquier tipo de célula del cuerpo. Gurdon logró clonar una rana simplemente con una muestra de intestino, y Yamanaka logró alterar los genes de una célula para reprogramarla. Según el comité del Premio Nobel, que se otorga todos los años desde 1901, dijo que han revolucionado la ciencia.

Gurdon y Yamanaka

Cuando un espermatozoide fertiliza a un óvulo, sólo existe un tipo de células. Se multiplican y algunas terminan especializándose para crear los tejidos del cuerpo de cada criatura, incluyendo los huesos, piel o las neuronas. Se creía que ese proceso era unidireccional, es decir, que la célula madre terminaba especializándose, y listo. Por eso se buscaba conseguir esas células madre, algo difícil de lograr, si no es obteniéndolas de los óvulos fertilizados, es decir vidas que recién empiezan, en camino de crecimiento. Se creía que esas células, una vez especializadas, ya no podían cambiar, pero Gurdon y Yamanaka demostraron que el proceso no era irreversible.

John Gurdon, biólogo británico nacido en 1933, demostró en 1962 que la información genética incluida en una célula del intestino de una rana contenía toda la información necesaria para crear una rana desde cero. Logró clonar una rana, es decir implantar ese material genético del intestino en un óvulo de rana. El término clonación, que se ha vuelto tan común, se hizo conocido en relación a este proceso gracias a los trabajos de Gurdon. Eventualmente se lograrían más avances, como el de la famosa Dolly, el primer mamífero en ser clonado, en 1996.

Shinya Yamanaka, investigador japonés nacido en 1962, que trabaja actualmente en la Universidad de Kyoto, utilizó un acercamiento diferente, 14 años después que Gurdon. En vez de transferir la información genética al óvulo, la reinició. Partió de una célula de la piel, a la que le agregó cuatro genes que la transformaron nuevamente en una célula madre, que luego pudo especializarse nuevamente.

Según el comité del Nobel, “han revolucionado nuestra forma de entender cómo se desarrollan las células y los organismos”.

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